Aunque se escribe diferente, con varios acentos de dudosa pronunciación para el foráneo, es fácil de entender cuando se escucha. Y se escucha con frecuencia, porque esta pasta de maíz, muy similar a la polenta (aunque nos han insistido que no es lo mismo...), es el acompañamiento permanente de todo tipo de platos. Incluso sola, con un poco de nata agría, es una comida principal.
Tiene una función similar al pan (que no es tan habitual), contrarrestando los sabores más fuertes de carnes y pescados. Que en general no son tampoco demasiado agresivos, en comparación con la vecina Hungría.
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