Tras un tormentoso vuelo llegamos a medianoche a Budapest. Tenemos todo el día para volver a visitar los lugares que ya paseamos en otras visitas y para descubrir otros rincones. Por la noche tomaremos un tren nocturno camino de Rumanía, con lo que las horas se van entre con un aire de espera.
Ponemos rumbo a las tierras del este, a las grandes llanuras verdes de Hungría y a los bosques de los Cárpatos rumanos. A la historia de los dacios, los magiares, los romanos, los sajones, los húngaros, los rumanos, los turcos, los austriacos...